Las prácticas del proceso de mejora continua, independiente a cuál se elija para aplicar en la organización, ofrece múltiples beneficios:
Debido al sometimiento constante del testeo de los procesos, se genera una cultura organizacional de excelencia en la organización. La cual está basada en el aprovechamiento y buen uso del tiempo y los recursos.
Cada vez los procesos van eliminando actividades que no aportan valor y que generan “grasa” en la cadena, desarrollando sistemas limpios y rápidos.
Se automatizan y articulan procesos que antes funcionaban por separado.
La mejora continua evita el estancamiento operacional de las organizaciones, que mantienen por mucho tiempo sistemas de producción lentos y con un bajo nivel de control y fuentes de información. Leer Más…